Prevención de los TME: 7 medidas para proteger a tus empleados
¿Lo sabía? Los Trastornos Musculoesqueléticos (TME) son la principal causa de enfermedad profesional en España, con más de 8 de cada 10 casos. Además de afectar a la salud de sus equipos, estos dolores, a menudo relacionados con movimientos repetitivos y posturas prolongadas, cuestan millones cada año a las empresas. ¿La buena noticia? Con las medidas preventivas adecuadas, puede reducir significativamente su impacto. Descubra en este artículo las 7 medidas clave que puede tomar para proteger a sus empleados de los TME.
¿Qué son los TME?
Los TME son dolores que se desarrollan en los músculos, articulaciones y tejidos blandos del cuerpo. La causa: posturas prolongadas, movimientos repetitivos o falta de ergonomía en la oficina. Y contrariamente a lo que se cree, los TME no sólo afectan a las ocupaciones físicas. Según un estudio de la UROPS, el 70% de los funcionarios –la mayoría de los cuales trabajan en una oficina– también los padecen. Moraleja: ¡nadie está libre!
¿Cuáles son los TME más frecuentes?
Veamos las zonas del cuerpo más afectadas:
- Muñeca: suele ser causada por la postura de apoyarse constantemente en el teclado al escribir.
- Hombro: a menudo ligado a que el hombro está demasiado alto en relación con el escritorio, lo que crea una tensión continua.
- Codo: frecuentemente asociado a apoyarse en el borde del escritorio, lo que puede provocar entumecimiento y dolor en el brazo y la mano.
- Lumbares: a menudo causada por una silla inadecuada o una postura encorvada.
Los TME no sólo causan dolor físico, sino también importantes riesgos psicosociales. El dolor crónico, mal gestionado, puede provocar estrés, sentimientos de aislamiento y disminución de la motivación. Para las empresas, estos problemas representan mucho más que una cuestión de salud individual: tienen un impacto directo en el rendimiento y la eficiencia colectivos.
Graves consecuencias para las empresas
Los TME son un verdadero reto para las empresas. En lo que va de año, el Instituto Nacional de Seguridad Social (INSS) informó de que los TME representaban el 82,4% de las enfermedades profesionales, con el correspondiente coste en bajas laborales e indemnizaciones. Y el impacto no se detiene ahí:
- Absentismo: el 30% de las bajas laborales están relacionadas con los TME, un lastre importante para los equipos, que se ven obligados a cubrir la ausencia de uno o más profesionales, lo que afecta el rendimiento de todos.
- Reducción de la productividad: un empleado que sufra síndrome del túnel carpiano verá reducida su capacidad para utilizar un ordenador, lo que ralentizará el procesamiento de archivos y aumentará la carga de trabajo de sus compañeros.
- Aumento de la rotación: el dolor crónico lleva a algunos empleados a abandonar la empresa, generando costes adicionales de contratación y formación.
Como puede ver, tanto si el dolor es físico como mental, los TME tienen un impacto directo en la salud de cada empleado y en la productividad de toda la empresa. La prevención activa no sólo mejora el confort de los empleados, sino también la salud y el rendimiento de la organización, contribuyendo a reforzar su marca de empleador.
7 acciones clave para prevenir los TME
¡Más vale prevenir que curar! Adoptando prácticas preventivas, no sólo puedes proteger a tus empleados, sino también promover una cultura empresarial basada en la salud y el bienestar.
¿Preparado para marcar la diferencia? Descubra 7 acciones clave para prevenir los TME y mejorar el bienestar en su empresa.
1. Sensibilizar para prevenir mejor
La prevención empieza por la concienciación. Al informar a tus equipos sobre los riesgos de TME, les ayuda a adoptar buenas prácticas a diario. La prevención se convierte así en un esfuerzo colectivo y en un aspecto central de la cultura corporativa.
👉 Pruébalo: organiza talleres o sesiones en línea para concienciar a tus empleados. Coloca carteles y distribuye guías prácticas para recordarles las buenas posturas.
2. Optimice la ergonomía de sus puestos de trabajo
Un puesto de trabajo bien diseñado reduce considerablemente el riesgo de TME. Ajustando las sillas, los escritorios y los soportes de pantalla a las necesidades de cada persona, limitamos la tensión muscular y mejoramos la postura, lo que reduce significativamente el dolor físico.
👉 Pruébalo: realiza evaluaciones ergonómicas individuales y pon a disposición de tus trabajadores accesorios como reposapiés y soportes de pantalla.
3. Ponga en movimiento a sus equipos
La actividad física reduce los efectos del sedentarismo, fortalece los músculos y ayuda a controlar el estrés, reduciendo así el riesgo de TME. Fomentar el movimiento durante la jornada laboral también contribuye a mejorar la salud mental y física de los empleados.
👉 Pruébalo: habilita zonas dedicadas y ofrece sesiones semanales de yoga o estiramientos para animar a tus empleados a moverse con regularidad y mantener su bienestar físico.
4. Fomenta las pausas activas
Las pausas no son sólo momentos de descanso; también pueden prevenir los TME. El Ministerio de Deportes recomienda una pausa de 5 a 10 minutos cada 90. Hacer pausas activas ayuda a liberar la tensión muscular acumulada por posturas prolongadas, reduciendo el riesgo de dolor y lesiones.
👉 Pruébalo: Anima a tus empleados a aprovechar este tiempo para pasear por las instalaciones, utilizar las escaleras subiendo y bajando escalones de forma constante. Consejos sencillos pero eficaces que les mantendrán activos.
5. Adapta el espacio de trabajo
Un entorno de trabajo bien diseñado, con buena iluminación y libre de molestias, contribuye al bienestar físico y limita los TME.
👉 Pruébalo: recurre a un ergónomo para que evalúe los espacios de trabajo y realice los ajustes necesarios.
6. Integra la salud en su cultura empresarial
Para una prevención eficaz, haz de la salud un pilar de su cultura de empresa. Fomentando las buenas prácticas y organizando eventos de bienestar con regularidad, crearás un entorno en el que todos se sientan apoyados y motivados para adoptar hábitos saludables.
👉 Pruébalo: Organiza un programa mensual de bienestar (gestión del estrés, creación de equipos). Destaca los testimonios de los empleados para compartir consejos e inspirar al resto del equipo.
7. Evalúa y ajusta tu política de prevención
La prevención es un proceso continuo, por lo que evaluar periódicamente el impacto de las iniciativas y ajustar las estrategias en función de las opiniones es esencial para maximizar la eficacia de su política de prevención de los TME.
👉 Pruébalo: Realizar encuestas anuales para recabar opiniones y ajustar la estrategia en función de los comentarios.
Prevenir los TME es más que una cuestión de salud: es una palanca para una empresa más fuerte y comprometida. Si inviertes en acciones preventivas, podrás reducir su impacto negativo, al tiempo que fomentarás la salud, el bienestar y el compromiso de tus equipos. Si sitúas la salud en el centro de sus acciones, podrás sentar unas bases sólidas para una empresa sostenible y de alto rendimiento.
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